Tengo una balanza Fitbit Aria desde hace ya unos años, y empezó a dar problemas siendo el principal que se comía las pilas en pocos días. El problema venía de unas piezas de plástico rotas, que no existen como recambio y por suerte la impresión 3D me salvó de tirar la balanza para siempre.
El problema con Fitbit Aria
La balanza es una de estas smart que se conecta por wifi a tu perfil de Fitbit y registra peso y porcentaje de grasa. Para ello tiene unas piezas de plástico en el interior en cada uno de los cuatro pies donde se insertan los sensores. Son unas piezas que pueden flexar un poco bajo el peso, pero que en definitiva son de plástico y con el uso acaban rompiéndose.
Buscando por Internet había la tira de usuarios cabreados porque el problema suele aparecer al cabo de un par de años, y ya no hay garantía. Además el desconcierto general intentando identificar el problema pues Fitbit tampoco ha hecho un reconocimiento público de que la balanza tiene este problema. Algunos pensaban que era debido al último upgrade, otros que era con el suelo desnivelado, otros algo interno, etc. La cuestión es que después de pesarte la balanza no llegaba a volver a modo de reposo porque percibía algo de peso, al tener una o varias piezas rotas. La pieza tiene una forma que haría un poco de efecto muelle y al estar rota ya no ocurre.
Fitbit no se hace responsable, no da soluciones de ningún tipo, ni siquiera descuentos para comprar el modelo nuevo, la Fitbit Aria 2. Y hay mucha gente cabreada sin saber cómo resolverlo…
Pero tiene solución con un poco de DIY. Aquí tienes un vídeo explicativo de cómo desmontar la balanza. Usa palitos de madera mejor, yo usé destornilladores y quedó alguna pequeña marca al llevarse la capa negra del vidrio.
La solución
Por suerte, como hay mucha gente, alguien ha dado con la solución. Se trata de sustituir esas piezas rotas. No existen recambios y si no consigues repararla, pues son ciento y pico euros a la basura. Algunos las han pegado, rezando para que aguanten. Y otros como yo, más privilegiados por tener acceso a una impresora 3D (mejor dicho varias 😀 ), las hemos impreso.
Es de agradecer que el modelo ya ha sido diseñado y compartido por Kizinfo en Thingiverse como Fitbit Aria Scale Foot. Si no me hubiera tocado darle un buen rato a Fusion 360 para reproducirla 😀
La pieza impresa y la pieza rota.
Sin complicarme mucho, la he sacado en PLA con la BCN3D. La Sigma, mi impresora favorita, está justo en este momento en proceso de upgrade para pasarla de R17 a R19. Ya publicaré algo sobre las mejoras.
No está claro cómo aguantará la pieza porque se ve frágil ya de por sí en plástico sacado en molde, y al imprimirla le he dado poco infill (en realidad el infill sólo afectaría al tronco central, porque el resto al ser muy fino con la definición de wall thickness y top y bottom layers que se hacen sólidos ya haces sólida toda esa parte). Pero si eres usuario de impresión 3D ya sabes, cuando se rompa la vuelvo a imprimir y listo.
Necesita soportes, claramente, y con la configuración por defecto que tengo en Cura ya salía bien y los soportes salieron con facilidad (infill 20%, altura capa 0.2mm, velocidad 40 mm/s).
El montaje es un poco delicado porque van un muelle y un sensor unidos a la pieza, y eso se inserta del revés en el pie. De hecho al desmontar me quedé con un cable en la mano que tuve que soldar de nuevo.
Balanza Fitbit Aria abierta con los repuestos impresos en 3D
Y funciona perfectamente 🙂
Fitbit Aria reparada
Conclusión
Una cosa más reparada en casa. Ya lo decía en algún post que me encanta el uso de la impresión 3D para reparar o reusar. Y aquí lo he aplicado una vez más 🙂
Faltará ver cómo aguanta con el uso, pero sabiendo que el modelo en 3D es válido, sólo es cuestión de buscar un material y configuración de impresión que lo haga más robusto, o quizás algo más flexible para evitar rotura como sería el caso del PETG.